19 diciembre 2011

Contact: Un mensaje de una civilización externa avanzada

Ellie (Judie Foster), escuchando la
señal de la estrella Vega
 No sé por qué extraña razón, cuando llega fin de año me gusta ver la película estrenada en 1997, Contact, protagonizada por Jodie Foster y Mathew McConaughey, porque plantea de forma realista, aunque adaptada a las necesidades dramáticas del cine, como sería un contacto real con una civilización inteligente de fuera del Sistema Solar.
El filme se basa en la novela homónima de Carl Sagan, el astrónomo que realizó importantes aportaciones en el campo de la astronomía planetaria y que el gran público lo conoció como divulgador científico por la serie Cosmos, una serie de trece documentales para la televisión y distribuidos por todo el mundo.
Este filme presenta el trabajo cotidiano de unos astrónomos entusiastas que luchan para mantener viva la esperanza de encontrar algún día la gran evidencia. Gracias a su tenacidad y la suerte, pueden captar una extraña señal que viene del espacio lejano. Una vez descodificada, aparece además de la señal de audio una señal de vídeo en la que se ve a Hitler en la inauguración de los juegos olímpicos de 1936. ¿Pero que hace Hitler en esta historia? La explicación es bien sencilla, todo es motivado por la fuga radioeléctrica.
Las antenas de radio y TV tienen un diagrama de radiación paralelo al suelo, pero al ser la superficie de la Tierra curva, se hunde 5 metros por cada 8 Km. de recorrido y al final toda línea recta siempre termina en el espacio.
Radiotelescopio de Arecibo, con su gran antena de 305 metros de diámetro
La atmósfera es transparente para las radiocomunicaciones emitidas en las bandas de VHF y UHF, por lo que, toda energía emitida por las diferentes emisoras se pierde en el espacio.
Esta fuga radioeléctrica podría delatar nuestra existencia a alguna civilización que pudiera captar estas señales y saber cuál es el tamaño de nuestro planeta, su velocidad de giro y su distancia al Sol, aunque no vieran ópticamente la Tierra y se darían cuenta que este planeta azul tiene unas buenas condiciones para la vida.
La protagonista de esta historia, la astrónoma Ellie (Jodie Foster), desde la estación VLA ubicada en Socorro (Nuevo México) descubre una señal procedente de la estrella Vega en la constelación de la Lira, un astro de los más brillantes y visible en las noches de verano en el hemisferio norte y a 27 años-luz de nosotros.
Comparación del tamaño de Vegacon nuestro Sol (derecha)
Vega es una estrella de color blanco-azulado, tiene un diámetro 2,5 veces mayor que el de nuestro Sol y es 57 veces más luminosa.  Da una vuelta sobre si misma en menos de un día y dispone de un disco de polvo y gas a su alrededor, por lo que puede que se estén formando planetas. Por tanto, ¿esta estrella puede tener algún tipo de civilización en su sistema planetario?  Absolutamente no!  Este astro es gigante y joven, probablemente cuando emitió sus primeros haces de luz, los primeros dinosaurios rompían sus huevos en la Tierra. Al ser una estrella gigante su vida es mucho más corta que la de nuestro Sol y no es probable que en este tiempo haya sido posible desarrollar una especie inteligente. Carl Sagan, conocía bien todos estos detalles. Así, pues, ¿por qué eligió esta estrella? Sencillamente porque cuadra con la fecha del argumento de la película. Si partimos de 1936, una onda que viaja 27 años para ir a Vega y otros 27 años más para volver hasta nosotros, cuando llegue a nuestro planeta serán los años 90, que es precisamente cuando se desarrolla la acción.     
La estrella Gliese 581, en la Libra, tiene
 6 planetas en su sistema, alguno de
ellos en la zona de habitabilidad
Dejando de lado que Vega no es una estrella con planetas habitables, la cuestión interesante de analizar es: ¿Qué tipo de receptor habrían de utilizar los supuestos habitantes de Vega para poder captar las ondas de TV emitidas desde la Tierra? La Alemania nazi aprovechó los Juegos Olímpicos de Berlín para dar a conocer su sistema de TV de 180 líneas. Era la primera vez que un evento deportivo podía ser visto por televisión.
Con las frecuencias de emisión que se utilizaban en aquellos tiempos, la dimensión de la antena que habría que utilizar para un receptor que quisiera captar las señales a una distancia de 27 años-luz de nosotros sería de 70 millones de Km de diámetro! Aproximadamente 50 veces el tamaño de nuestro Sol.
Hoy en día, las señales de TV se radian con mucha más potencia y menos longitud de onda, aunque para una emisión moderna, la antena que necesitaría tener el hipotético planeta alrededor de Vega,  habría de disponer de un radio de 250.000 Km. 

Aunque la fuga radioeléctrica es una realidad, en la práctica es imposible que alguien pueda divertirse con nuestros programas de TV desde otras estrellas debido a las gigantescas dimensiones que sería necesario para las antenas receptoras. En cualquier caso, Contact  hace soñar y los sueños en positivo son un potente desestresante.
A continuación  incluimos el video de la serie CINEmomentos Astronómicos, editado por Tot Astronomia, sobre unas cortas secuencias de la película Contact. A   la sabiduría por la astronomía.




Tot Astronomia

5 comentarios:

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No te pases escribiendo testamentos así, reflexiona para ti y resume un poco

no te pases escribiendo testamentos así, no hace falta que "resumas" tot "catlunya" no existe, con sus "observatoris"

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