26 marzo 2013

El secreto mejor guardado y que nunca sabrá nadie

Miles de galaxias de todo tipo
captadas por mi amigo Hub. NASA

Voy a contaros un secreto. Os pido que no lo contéis a nadie. Son cosas personales y no me gustaría que mis intimidades se divulgaran, porque no aportarían nada a nadie y lo que es peor, en caso de que alguien quisiera aplicarse mi secreto, seguramente lo encontraría  una pérdida de tiempo.

El caso es que dispongo de un retrato soberbio, que realizó un amigo con ojos de lince. Yo le llamo familiarmente Hub y tuvo más paciencia  que el bueno de Job.  Hub abrió los ojos sin pestañear durante casi 23 días, dirigiendo su mirada hacia las profundidades del Universo y pudo captar en su sistema neuronal un retrato a todo color de 5.500 galaxias, algunas de ellas tan lejanas que las vemos tal como eran cuando el Cosmos apenas tenía 450 millones de años.

Los objetos mas rojizos del fondo
corresponden a las galaxias más
 antiguas.
Este retrato que tengo guardado en una carpeta, junto a mi escritorio, en la galería de imágenes del móvil y en el disco duro del ordenador, refleja una pequeña porción del espacio en la constelación de Formax (el Horno). Cuando quiero evadirme de los problemas terrenales, abro la carpeta, pongo la imagen delante de mi vista, y durante unos minutos la contemplo, como si fuera en el interior de una nave que avanza a toda marcha hacia lo desconocido. Llega un momento en que existe una comunión entre la imagen con puntos borrosos y mi cerebro. Es entonces cuando empiezan a aparecer magnificas galaxias espirales de forma similar a la Vía Láctea y su vecina Andrómeda, siguen apareciendo grandes galaxias rojas, restos de colisiones entre galaxias que están en la etapa final de su vida y en la que la formación de nuevas estrellas ha cesado.

Pienso en que el Universo conocido tiene 13.700 millones de años y que la imagen que tengo ante mis ojos revela galaxias de hace 13.200 millones de años. La mayoría de las galaxias del retrato se muestran como cuando eran jóvenes, pequeñas y en crecimiento, a menudo de forma violenta, ya que chocaron y se fusionaron entre ellas.

El retrato que tengo escondido y que me facilito mi buen amigo Hub supone un túnel del tiempo hacia el pasado lejano, cuando el Universo tenía solo una fracción de su edad actual.
Después de mirar, ver, admirar, pensar en el retrato y en su significado, siempre salgo de mi pequeño letargo, fortalecido, con ilusiones renovadas,  sabiendo que estoy y soy parte de este Universo y un alto nivel de conectividad me conduce a solaparme con las actividades y eventos que suceden a mi alrededor y eso es precisamente lo que soy, sólo por estar en este mundo y estar vivo. Tot.


Tot Astronomia



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