10 abril 2014

La curiosa historia del asteroide Hermes.

Película con el movimiento de Hermes
entre las estrellas. Observatorio Lowell
La eficiencia de una máquina nos dice lo buena que es transformando la energía en trabajo útil. Un coche de gasolina tiene una eficiencia del 15 %, en un tren es del 35%, en un generador eólico (molino de viento) es superior al 40% y una bicicleta tiene una eficiencia del 90 %. Aunque los neumáticos con aire se inventaron en 1845, no se incorporaron a la bicicleta hasta 43 años más tarde, por John Dunlop, empeñado en que su hijo ganara una carrera de bicis.

Muchas veces se dispone de un invento o descubrimiento, pero se guarda en el cajón y no se lleva a la práctica por razones diversas, hasta mucho tiempo después. Hoy, todo el mundo conoce la teoría, aceptada mundialmente, en la que un gran asteroide chocó con la Tierra hace 65 millones de años, provocando la extinción de los dinosaurios. 

Órbita de Hermes en 1937. En 20013 se
volvió a localizar después de 66 años.
Pero en 1980, cuando Walter Alvarez y su hijo Luis, descendientes de asturianos, exponían esta idea ante la Asociación Americana de las Ciencias, el público asistente se mostró extrañado y escéptico hacia su teoría, sin saber que en aquellos momentos un asteroide llamado Hermes, con una órbita a medio camino entre Marte y Júpiter iniciaba una larga caída hacia la Tierra, pasando un poco más allá de la Luna seis meses más tarde. Este evento asteroidal, de saberlo Alvarez, hubiera sido definitivo para poder convencer a su audiencia. Pero, curiosamente nadie se dio cuenta del paso de Hermes.

El año 1980 no fue el primero en que el asteroide había pasado sin ser visto, aunque se trataba de una roca de un buen tamaño, fácil de ver y un visitante frecuente de las cercanías de nuestro planeta azul.

La órbita elíptica de Hermes (en rojo)
lo trae hacia el Sistema Solar interior
cada 777 días.
Durante la Segunda Guerra Mundial, un astrónomo alemán descubrió esta roca cósmica, cuando pasaba muy cercana a la Tierra, a solamente el doble de distancia de la Luna, cruzando toda la bóveda del cielo en un día y medio. Hermes era diferente al resto de asteroides, visitaba el Sistema Solar interior cruzando la órbita terrestre. Esto demostraba que los asteroides podían acercarse peligrosamente a nuestro planeta y que cuando esto pasaba lo hacían a gran velocidad. El descubridor alemán siguió Hermes durante cinco días, aunque poco después lo perdió de vista.

Representación artística del asteroide
binario Hermes
Habitualmente, cuando las órbitas se cruzan, la Tierra está muy lejos de esta roca, pero en 1954, 1974 y 1986 Hermes pasó peligrosamente cerca de nuestro planeta ¡y nosotros a la higuera! No fue hasta octubre de 2003, es decir, después de 66 años de su descubrimiento en 1937, que se redescubrió desde el Observatorio Lowell, y desde entonces, astrónomos de todo el mundo, lo siguen de forma escrupulosa. Hermes se acerca dos veces a la órbita de la Tierra (de ida y vuelta) cada 777 días y desde la antena gigante de Arecibo en Puerto Rico, se ha visto que Hermes es un asteroide doble, dos rocas de 300 y 450 metros orbitando una alrededor de la otra, con un período de rotación de 14 días.


Esta roca binaria ya la hemos recuperado para la astronomía, y fiel a su cita volverá a visitarnos, eso sí, no se acercara a menos de 0,02 UA de la Tierra en los últimos 90 años. Seguro que más vale así. A la sabiduría por la astronomía.

Tot Astronomia





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