11 junio 2014

El secreto mejor guardado

Versión actualizada en 2014 del Campo
Ultraprofundo del Hubble. NASA/ESA
Vamos a contaros un secreto. Os pedimos que no lo contéis a nadie. Son cosas personales y no nos gustaría que nuestras intimidades se divulgaran, porque no aportarían nada a nadie y lo que es peor, en caso de que alguien quisiera aplicarse nuestro secreto, seguramente lo encontraría  una pérdida de tiempo.

El caso es que disponemos de un retrato soberbio, que realizó un amigo con ojos de lince. Nosotros le llamamos familiarmente Hub y tuvo más paciencia  que el bueno de Job.  Hub abrió los ojos sin pestañear durante muchos días, dirigiendo su mirada hacia las profundidades del Universo y pudo captar en su sistema neuronal un retrato a todo color de miles de galaxias, algunas de ellas tan lejanas que las vemos tal como eran cuando el Cosmos apenas tenía 450 millones de años.

El retrato, compuesto en 2014, que tenemos guardado en una carpeta, junto a nuestro escritorio, en la galería de imágenes del móvil y en el disco duro del ordenador, refleja una pequeña porción del espacio en la constelación de Fornax (el Horno). Cuando queremos  evadirnos de los problemas terrenales, abrimos la carpeta, ponemos la imagen delante de la vista, y durante unos minutos la contemplamos, como si  fuéramos en el interior de una nave que avanza a toda marcha hacia lo desconocido. Llega un momento en que existe una comunión entre la imagen con puntos borrosos y nuestro cerebro. Es entonces cuando empiezan a aparecer magnificas galaxias espirales, de forma similar a la Vía Láctea y su vecina Andrómeda, siguen apareciendo grandes galaxias rojas, restos de colisiones entre galaxias que están en la etapa final de su vida y en la que la formación de nuevas estrellas ha cesado.

Pensamos  que el Universo conocido tiene 13.700 millones de años y que la imagen que tenemos ante nuestros ojos revela galaxias de hace 13.200 millones de años. La mayoría de las galaxias del retrato se muestran como cuando eran jóvenes, pequeñas y en crecimiento, a menudo de forma violenta, ya que chocaron y se fusionaron entre ellas.
La fotografía que tenemos escondida y que nos facilito nuestro buen amigo Hub supone un túnel en el tiempo hacia un pasado lejano, cuando el Universo tenía solo una fracción de su edad actual.

Después de mirar, ver, admirar, pensar en el retrato y en su significado, siempre salimos  de nuestro pequeño letargo, fortalecidos, con ilusiones renovadas,  sabiendo que estamos y somos parte de este Universo y un alto nivel de conectividad nos conduce a solaparnos con las actividades y eventos que suceden a nuestro alrededor, y eso es precisamente lo que somos, sólo por estar en este mundo y estar vivos. 



Tot Astronomia



1 comentarios:

Es bellamente emocionante, y el éxtasis se acrecenta conforme uno se hunde en las lejanas maravillas que gracias a la ciencia nuestros débiles y humanos ojos pueden contemplar. Sus palabras me conmueven, yo también me siento feliz de estar viva al ver esta imagen!!

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