26 octubre 2011

El astro con cola que aparece y desaparece

A la derecha, en el extremo de la cola,
se encuentra Mira. En el cielo muestra
un tamaño de dos diámetros lunares.
Era una fresca noche de primeros de este mes de octubre cuando estuve acompañando a un grupo de personas interesadas en mirar y ver sobre la bóveda nocturna algunos cuerpos celestes. Después de que todas nuestras pupilas se acostumbraran a la oscuridad iniciamos la observación de una estrella muy particular y escurridiza. - ¿Sabéis lo que significa Mira? - Pregunté al grupo. Un hombre de mediana edad, alto y fuerte, levantó la mano y  me contestó sin dudar: - es un municipio de Cuenca, a 110 Km. de la ciudad ! - Pero sin dejar tiempo para contestarle, una chica joven, de cabellos negros y largos que hacía poco tiempo había estado en Italia, mirándome con cara sonriente y con voz suave, modulada y con sonsonete, me dijo: - También es una localidad  italiana de la provincia de Venecia! - Un joven de pelo rojo, con pecas y las mangas de la camisa arremangadas, a pesar de la frescura de la noche, sentenció: - Mira, Mira ... .. creo recordar que es una ciudad portuguesa cerca de Coimbra y un río, igualmente portugués, que después de viajar más de 140 Km desemboca en el Océano Atlántico! -. Me quedé asombrado un buen rato por la avalancha de respuestas inesperadas, pensando en que la afición que tiene todo el mundo de viajar, sin duda, ha aumentado la cultura geográfica de estos viajeros. Seguí pensativo, preguntándome por qué había iniciado aquella sesión observacional con esa pregunta, si todos aquellas personas que tenía delante de mí, bajo un cielo muy oscuro, sabían mucho más que yo de la palabra Mira.


La estrella "Maravillosa" vista por
el telescopio espacial Hubble.
Por fin, enfoqué el telescopio hacia una estrella de color rojizo de la constelación de la Ballena, llamada Omicron Ceti y seguida durante 15 años por el astrónomo Johannes Hevelius, que quedó tan embelesado y impresionado de sus insólitas características que le puso el nombre, procedente del latín, Mira, es decir "la Maravillosa". La estrella variable pulsante Mira Ceti aparece y desaparece periódicamente de nuestra vista cumpliendo un ciclo de once meses, pasando de verse a simple vista a no verse, si no utilizamos unos prismáticos o un telescopio. Esta gigante roja, que contrae y expande de forma regular sus capas más externas, varía su tamaño y temperatura, por lo que, su brillo varía con el tiempo y al ser un astro, centenares de veces  superior a nuestro Sol y de coloración rojiza, se halla en las últimas fases de su vida, hinchándose tanto que actualmente dispone de una luminosidad superior a 8000 soles como el nuestro. En el lugar del Sol, Mira Ceti ocuparía todo el espacio hasta más allá de la órbita de Marte.

Pero este astro aún guarda otras maravillas cósmicas.  Se ha observado, mediante telescopios espaciales, que la “Maravillosa dispone de una cola asombrosamente larga, en forma de cometa y se desplaza a velocidades supersónicas. La cola de Mira Ceti da una oportunidad única de estudiar cómo las estrellas como nuestro Sol mueren y siembran en última instancia nuevos sistemas solares. Mientras que Mira viaja por el espacio su cola vierte los elementos químicos necesarios para formar estrellas nuevas y planetas, además de vida. Este material de la cola, se ha lanzado des de la estrella durante los últimos 30.000 años. En los años que siguieron al descubrimiento de la estrella Maravillosa en 1596, se han descubierto miles de estrellas de características similares a las de Mira Ceti y si durante los últimos meses de este año miráis el cielo nocturno, sin luna, y localizáis la constelación de la Ballena, podréis admirar sin dificultad y sin prismáticos, la gigantesca estrella “Maravillosa” en todo su esplendor y si  algún entusiasta la sigue observando durante más tiempo, comprobará como a  principios del año próximo se va desvaneciendo hasta desaparecer de la constelación que la acoge.

Constelación de la Ballena y localización
de la estrella Mira Ceti.

Después de que las veintidós dos personas que había en el grupo vieran, desde el ocular del telescopio este cuerpo estelar pulsante, situado a 418 años-luz de nosotros, y conversar sobre su evolución y comportamiento, uno de los asistentes, muy bien vestido para la sesión astronómica nocturna y que no había abierto boca durante la noche, se acercó a mí, con expresión franca y  me susurró al oído: - Mira es una ciudad del norte del Ecuador junto a la frontera colombiana y dispone de un mirador natural hacia la cordillera andina y por este motivo se llama "El Balcón de los Andes", hace tres años estuve allí, junto con mi esposa -. No supe que contestarle y seguimos con el programa de observación que teníamos previsto, aunque, eso si, me aleje de la constelación de la Ballena. A la sabiduría por la astronomía.

Tot Astronomia

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