18 octubre 2012

Ingravidez o caída libre en el espacio

Astronautas en caida libre (flotando)
 en la EEI. ESA
Un buen amigo médico me contaba hace unas semanas que desde hacia un tiempo notaba un dolor en la zona lumbar y que este se desplazaba hacia la nalga, seguía por la pantorrilla y hasta le llegaba a los dedos del pie. - Posiblemente sea una inflamación del nervio ciático - me dijo, y siguió - Ahora necesitaría estar una temporada en el interior de la Estación Espacial Internacional, sin gravedad, flotando en su interior a fin de evitar mi peso corporal y que la cadera no realice esfuerzos excesivos-

Todos creemos que en el espacio no hay gravedad y que las cosas flotan, ¿verdad?. Pues no, esto no es así. Pese a lo que vemos en las películas de naves espaciales, en el espacio si que hay gravedad. Y mucha. De hecho, es la gravedad la que mantiene a los planetas girando alrededor del Sol, a las estrellas formando galaxias y a los satélites artificiales rodando por el espacio. Todos hemos visto fotos o vídeos de la Estación Espacial Internacional y de su tripulación flotando en su interior a una altura de 386 kilómetros sobre nuestras cabezas. 

Justificación del peso de un orbinauta
en el interior de la EEI
Si recordamos las clases de secundaria en la escuela, el/la maestro/a nos decía que el radio de nuestro planeta azul es de 6.378 kilómetros y que la gravedad es proporcional al cuadrado de la distancia. Esto quiere decir que si multiplicamos por dos la distancia, la gravedad se dividirá por cuatro. Así pues, la distancia a la que está la Estación Espacial del centro de la Tierra es 1,06 veces la distancia a la que estamos nosotros en su superficie, por lo que la gravedad será 1,124 veces más pequeña. Por lo tanto, si un astronauta pesa 80 kilos en la Tierra, en el interior de la Estación Internacional estaría estirado por la gravedad terrestre con una fuerza equivalente a la de un peso de 71 kilos, que todavía es un peso muy alto. Si allá arriba no hubiera gravedad, esta Estación que viaja a más de 26 mil kilómetros por hora y da una vuelta a nuestro planeta cada 90 minutos, saldría disparada hacia el espacio exterior, para no volver nunca más. Lo que ocurre en realidad es que los objetos en órbita están en una situación de caída libre, es decir, se parece a un ascensor que cae desde un piso muy alto y sus ocupantes no pueden medir su masa con una balanza porque sus pies no tocan el suelo. Por tanto, no debe confundirse el término ingravidez o falta de gravedad con el de caída libre.

Astronauta en el extremo del brazo
Canadorm2 de la Estación Espacial. ESA

Cuando un satélite, una lanzadera o la Estación Espacial están en órbita, no están en estado de ingravidez (porque la gravedad, si que actúa) si no en estado de caída libre. Esto quiere decir, que estas máquinas están cayendo hacia la Tierra, pero al ser su velocidad tangencial muy alta, el suelo se "curva" más deprisa y los objetos espaciales no llegan nunca a tocar la superficie terrestre. La sensación en el interior en uno de estos vehículos es la misma que tendríamos si nos cerraran en un contenedor de tamaño medio y nos lanzaran desde un avión. En el interior todo parecería flotar. Las cosas no flotan en el espacio por sí mismas, es necesario que el vehículo en cuestión, esté en órbita y esto quiere decir, que debe tener una determinada velocidad. Si no fuera así, caería sin remedio sobre nuestro planeta.


Si mi amigo Galeno fuera un orbinauta, pesaría menos en el interior de la Estación Espacial, no por la falta de gravedad, si no por la caída libre de la nave, aunque no sé si sabe que podría perder un 15 % de su masa ósea, con un aumento del riesgo de fracturas y la posibilidad de formación de cálculos renales debido a la movilización del calcio en los huesos. Creo que es mejor que se ponga en manos de un buen médico terrícola y siga su tratamiento. A la sabiduría por la astronomía.


Tot Astronomia



3 comentarios:

Muchas gracias por tu explicación, gracias a ella he conseguido entender por fin en que consiste la caída libre que los astronautas sufren constantemente.
Un saludo desde Zaragoza.

La distinción entre gravedad y caída libre es acertada, pero ¿no te parece que tu amigo médico tenía razón?. En la ISS estaría cayéndose todo el tiempo, por lo que no necesitaría apoyarse en el "suelo", y por tanto no ejercería ningún esfuerzo sobre su cadera (tercera ley de Newton). Y a eso creo que se refería. Por otra parte la pérdida de masa muscular tiene el mismo origen: si realmente "sufriese" su peso real de 71 Kg-f contra la nave, ningún astronauta tendría esa pérdida de masa; o por lo menos no en tan poco tiempo. ¿No estás de acuerdo?

Siempre he pensado que se debe sentir feo estar abordo de la ISS, como en cualquier caida libre a cualquier altura

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