21 octubre 2012

Mi fiebre del sábado noche

Escala de tamaños entre las estrellas
del Sistema Centauri y el Sol

El pasado sábado por la noche hablaba de ciencia, vía chat en facebook, con unos amigos (reconozco que somos un poco rarillos los que nos dedicamos a estos menesteres una noche de sábado). A primeras horas de la madrugada me representa una buena terapia el hablar de ciencia antes de irme a dormir y contarme mis defectos para buscarles solución. Como podéis suponer mi entrada en el estado alfa no es inmediata, tardo más de lo que quisiera.

La cuestión es que nos enfrascamos, en primer lugar, en la publicación esta pasada semana en la revista «Nature» sobre el  descubrimiento de un nuevo planeta, el más cercano a la Tierra fuera del Sistema Solar, por parte de un equipo europeo  y que ha suscitado un gran interés. Este mundo, que orbita alrededor de la estrella Alpha Centauri B, tiene una masa casi idéntica a la de la Tierra, un requisito fundamental para ser considerado un gemelo del nuestro, pero en poco más se parece. En realidad, reúne una serie de características que complicarían mucho una agradable estancia sobre el terreno.

Periodos y tamaños de los nuevos
candidatos a planetas. NASA
Este exoplaneta está situado a solo 4,3 millones de años luz, astronómicamente una tontería de nada, pero si alguna vez consiguiéramos enviar astronautas hasta allí -algo ahora imposible, dado que un solo año luz equivale a 9,6 billones de km-, se encontrarían con un lugar muy diferente a nuestra hermosa bola azul.

Este gemelo feo de la Tierra tiene una masa prácticamente idéntica a la de nuestro planeta, hasta ahí vamos bien, y además gira alrededor de una estrella, Alpha Centauri B, una de las tres del mismo sistema, que es un poco más pequeña y menos brillante que nuestro Sol. Eso tampoco está nada mal. Pero, y aquí viene el problema, se encuentra demasiado cerca de su estrella para ser habitable. Está mucho más cerca de lo que Mercurio lo está del Sol y eso lo convierte en un lugar achicharrante. Si un año dura en la Tierra 360 días, en este nuevo mundo sucede en poco más de tres horas. Una locura.

Poco después de  hablar que muy  ”pronto”  tendremos gemelos de la Tierra en estrellas próximas, nos adentramos hacia un terreno especulativo:  un cometa, recién descubierto   y como se verá cuando pase cerca de nosotros . Sabemos que estos astros con cabellera son impredecibles, pero aún así la especulación es agradable y humana.
Cometa ISON con magnitud 18,
recientemente descubierto

Si las tempranas predicciones de los astrónomos son válidas, las fiestas de fin de año de 2013, nos pueden llegar con un regalo resplandeciente para  todos los observadores del cielo, un cometa que marcará nuestras vidas. El nuevo cometa, denominado C/2012 S1 (ISON) fue encontrado por la Red Internacional de Ciencia Óptica (ISON) en Rusia el pasado 21 de septiembre. En la actualidad, incluso con telescopios de gran alcance, el ISON es  sólo un débil resplandor en la  esquina noroeste de la constelación de Cáncer.  Las actuales predicciones científicas dicen que cuando al finales de noviembre de 2013  llegue en su perihelio a menos de dos millones de kilómetros del Sol, lo veremos como un objeto que deslumbrará nuestra vista con una magnitud de hasta -16 !!!!!!. Es decir, mucho más brillante que la magnitud de la Luna en fase de luna llena.
Así se verá el cometa ISON si se cumplen
todas las espectativas más optimistas.



Comenté a mis interlocutores que no esperaba tal luminosidad ya que parece  un fugitivo de la Nube de Oort y por tanto muy grande y primerizo en su paso por nuestra estrella, por lo que el calor intenso que recibirá y su gravedad, podría provocar que el hielo y los  escombros comiencen a resquebrajarse, frustrando de esta manera el espectáculo celeste. Era el único que opinaba así. Me dijeron agorero, pesimista y otros adjetivos, aunque me gustaría estar equivocado. Si sobrevive a esa experiencia, entonces el cometa C/2012 S1 será sin ningún género de duda uno de los grandes cometas de la historia de la humanidad, eclipsando de lejos  al memorable Cometa Hale-Bopp de 1997. Creo que una cosa no es necesariamente cierta porque una mayoría crea en ella. ¿No os parece?


Tot Astronomia






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