01 octubre 2012

Simulación de las fases de nuestro satélite natural

Esquema de la simulación de las
fases lunares

Muchas veces utilizamos la Luna para indicar una solicitud imposible "pedir la Luna", la ausencia de la realidad "estar en la Luna de Valencia", un estado de ánimo "estar de buena o mala Luna" e incluso un estado de intimidad conyugal "estar de Luna de miel". Esta última frase, aunque pueda parecer que se diga así por la dulzura de la ceremonia y los días posteriores, tiene su origen en los teutones (pueblo germánico del norte de Europa). Los guerreros teutones tenían la costumbre de celebrar las ceremonias de boda únicamente los días de Luna llena, posteriormente y durante 30 días, los novios bebían licor de miel, considerado un buen afrodisíaco. Pero el único satélite natural de la Tierra, ajeno a todo lo que se diga de él por los humanos, realiza invariablemente su viaje alrededor del planeta azul en 27 días, 7 horas y 43 minutos, el mismo tiempo que tarda al dar un giro alrededor de su eje. Esto hace que la Luna nos presente siempre la misma cara.

Recorrido de la Luna y fases visibles
desde la Tierra
Ya que la Luna gira alrededor de la Tierra, la luz del Sol le llega desde posiciones diferentes, que se repiten en cada vuelta. Cuando se le ilumina toda la cara, se le llama Luna llena o vieja y cuando está entre la Tierra y el Sol, su disco se convierte en invisible y entonces se trata de una Luna nueva. Entre estas dos fases se encuentra el cuarto creciente, cuanto vemos iluminado la mitad de su disco, el que mira a poniente y el cuarto menguante, cuando su mitad iluminada mira a levante.


Otra visión de la órbita lunar y las
fases visibles desde  el hemisferio
norte de la Tierra
Para que esta idea sea más comprensible nos adentraremos en una sencilla demostración. Necesitaremos una bombilla desnuda encendida, una pequeña pelota (de tenis o de ping-pong) y nuestra cabeza. La bombilla hará las funciones del Sol, la pelota será la Luna y nuestra cabeza la Tierra. Ahora hay que hacer oscura la habitación y sujetar la pelota-luna frente de nosotros. Nos pondremos de pie mirando la bombilla y veremos la pelota oscura, por qué el lado iluminado de la pelota está orientado lejos de nosotros. Esta posición representa la Luna Nueva, oscura y lista para nacer. Giraremos nuestro cuerpo hacia la izquierda, sujetando la pelota frente a nosotros y veremos un cuarto delgado, ligeramente iluminado por el lado derecho de la pelota y si aún giramos más a la izquierda hasta que el Sol nos quede a la derecha podremos observar, en esta posición, que la mitad de la Luna está iluminada. Esta fase nos indica la fase del Cuarto Creciente. Si seguimos girando hacia la izquierda, con el Sol detrás nuestro, la Luna tiene todo un lado visible. Estamos contemplando una Luna Llena o Vieja. Hay que tener en cuenta que si la pelota está directamente en la sombra de nuestra cabeza, será necesario levantar la Luna-pelota hacia de alto, ya que si no fuera así provocaríamos un eclipse de Luna. Si ahora nos giramos un poco más, de modo que la bombilla nos quede a nuestra izquierda estaremos ante la fase del Cuarto Menguante, para más adelante pasar otra vez a la fase de Luna Nueva.

Para aplicar esta simulación a la realidad, únicamente es necesario salir a la calle de noche y con nuestros propios ojos localizar la Luna, averiguar en qué fase se encuentra y seguirla durante todo su proceso. Podemos usar algunos dichos, muy orientativos para distinguir cada una de las fases lunares: "Luna creciente, cuernos a oriente" o "Barriga a levante es cuarto menguante y barriga a ponente es cuarto creciente". Que tengáis una buena observación lunar. A la sabiduría por la astronomía.


Tot Astronomia




1 comentarios:

Entrada súper interesante. La verdad es que en las lunas podría estar la clave de la vida en nuestro sistema solar, ¿no crees?Te dejo un vídeo interesante: https://gabrielrosselloblog.wordpress.com/2017/03/03/satelites-naturales/

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