26 junio 2013

La puerta de forja de la Finca Güell y la constelación del Dragón

Puerta del Dragón en la entrada de la
Finca Güell de Barcelona
Cuando era más joven que en la actualidad y de la mano de mis padres visitaba Barcelona, ​​ya me impresionaba ver las obras de Antoni Gaudí, el arquitecto catalán que aprendió de la naturaleza, gracias a su innato espíritu de observación meticuloso del cielo y de la tierra, de los hombres y de las plantas. En el transcurso de los años y siguiendo su obra, comprendí que Gaudí entendía la arquitectura como la creación de la unidad a través de la diversidad y fue concebida como el fin único y exclusivo de su vida. No publicó ningún libro con sus ideas, no inventó materiales nuevos ni estructuras revolucionarias, no dio ninguna conferencia, no es casó, no es dedicó a la política ni a los negocios. Es decir, la vida de Gaudí es pura arquitectura, distinguiéndose sus obras de las de sus antecesores o contemporáneos por la originalidad de sus formas y colores, utilizando elementos tan cotidianos como la piedra, el ladrillo, la tapia, el hierro y la madera.

Constelación del Dragón
Durante mis estancias en la Ciudad Condal, y siempre que puedo, me escapo a ver una de las obras que siempre me ha cautivado. Se trata de la puerta de hierro forjado de la entrada principal a la Finca Güell, en la Avenida de Pedralbes. Esta forja es una obra maestra y representa un dragón en el que la forma de su cuerpo sigue la posición de las estrellas en las constelaciones del Dragón y de Hércules y su cola describe la Osa Mayor, señalando la posición de las estrellas mediante bolas de pinchos. Al ver esta puerta siempre me viene a la mente la posición de la constelación del Dragón en la bóveda de cielo nocturno estrellado.

Nebulosa planetaria del Ojo de Gato.
Hubble
Esta extensa constelación está situada entre las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa Menor y dispone de una estrella gigante blanca llamada Thuban (que significa dragón). Esta estrella tiene una historia singular; fue la estrella polar (la que señala el norte) hace 4.800 años y guía de viajeros que en aquella época viajaban más allá de nuestras costas, por el Mediterráneo. Thuban se mantuvo como estrella polar hasta hace 3.900 años, cuando ese rol fue asumido por Kochab de la Osa Menor. En 14.000 más, la estrella polar será Vega y en el 22.800 lo volverá a ser Thuban, debido a los cambios de dirección de los polos terrestres producidos fundamentalmente por el efecto de la gravedad de la Luna, y que tienen un periodo de 25.800 años.

Galaxia espiral
en Draco
En esta constelación, hay  tres de objetos de cielo profundo especialmente interesantes. El primero es una nebulosa planetaria, de las más conocidas del cielo, llamada el Ojo de Gato, es decir, una estrella agonizante, que ha agotado todo su hidrógeno y ha expulsado toda su atmósfera, dejando al descubierto un núcleo caliente que ilumina su envoltura con gran variedad de formas y de colores.

Galaxia lenticular a 44 millones
de años luz, en Draco
Un par de galaxias, una espiral y otra lenticular vista de perfil, es el segundo y tercero de los objetos mencionados y visibles, únicamente, desde cielos limpios, con aparatos ópticos de 200 mm de abertura o más. Estas galaxias son islas de materia en el espacio, llenas de gas, polvo y millones de estrellas, muchas de ellas con sistemas solares parecidos al nuestro.

Si el admirado Gaudí, señor de la arquitectura, hubiera podido ver con sus propios ojos la nebulosa planetaria del Ojo de Gato, desde el ocular del telescopio del Observatorio Fabra de Montjuïc (observatorio construido justamente cuando el Arquitecto dirigía las obras de la Casa Batlló, del Paseo de Gracia), estoy seguro de que ahora, la espectacular nebulosa del Ojo de Gato, estaría representada en la puerta del Dragón, de la Finca de la familia Güell, ya que algunos arquitectos de su época le oyeron decir muchas veces que la originalidad consistía en volver al origen y ese origen era, para él, la Naturaleza como creación divina. A la sabiduría por la astronomía.


Tot Astronomia









2 comentarios:

El primero es una nebulosa planetaria, de las más conocidas del cielo, llamada el Ojo de Gato, es decir, una estrella agonizante, que ha agotado todo su hidrógeno y ha expulsado toda su atmósfera, dejando al descubierto un núcleo caliente que ilumina su envoltura con gran variedad de formas y de colores.
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