23 enero 2012

¡Por fin, el hexágono irregular de Orión!

Constelación de Orión
Hacía días que necesitaba entrar en mi venerable catedral  del cielo. Me estoy refiriendo al observatorio  desde donde realizo las observaciones astronómicas y me evado de los problemas terrenales que no paran de martillear el cerebro y que si no  les pones un escudo, lo antes posible, no te dejan en paz. El mirar, ver, admirar y reflexionar sobre los objetos celestes  es uno de esos buenos escudos psicológicos que conducen a una paz interior, difícil de describir, al menos para  mí. De todas formas soy de los que les gusta agitarse entre la duda y no descansar en lo equivocado, erróneo o difícil de justificar, a través de eso que se llama sentido común.

El caso es que deseaba cumplir un solo objetivo en mi observación celeste y era admirar, una vez más, el Trapecio de Orión y si los dioses me eran propicios, conseguir ver alguna estrella más de este trapecio que, como su nombre indica, está compuesto de 4 estrellas, en el interior de la Gran Nebulosa de Orión. Al inicio de este fin de semana pasado comprobé que el cielo estaba despejado, sin Luna, con una humedad soportable y un seeing (efecto distorsionador de las imágenes de los objetos astronómicos) mediano, aunque la contaminación lumínica no podía evitarla,  aún sabiendo que  poder ver un cielo sin contaminar es patrimonio de la humanidad, según la Unesco, pero también sé que son solo palabras puestas negro sobre blanco.  Las luces de ciudades, poblaciones, autopistas, estadios deportivos, monumentos artísticos, y otros muchos, han hecho que el poder económico de los países, llamados desarrollados, alumbren excesivamente la Tierra pero nos han dejado sin poder ver nuestra Vía Láctea y todas sus estrellas,  nebulosas, racimos estelares y otros objetos de su interior.
Nebulosa de Orión

Tenía tan solo dos horas y media para la observación del Trapecio, ya que este fue el tiempo que pacté con mi esposa, debido a que teníamos que ir a casa de unos buenos amigos a cenar. Me puse manos a la obra y desempolvé la máquina del tiempo, quiero decir telescopio. Primero le quité el preservativo impermeable con el que lo protejo, a fin de evitar humedades  y seguí quitándole una  segunda cobertura consistente en una manta, sin pelusa, a modo de envolvente y  le di unas palmadas, pasando mi mano sobre el tubo reflector, como si de un amigo se tratara. Abrí  la cúpula del observatorio, y alumbré la estancia con una luz roja para poder sacar toda la capacidad visual a mis pupilas. Puse en estación la máquina, que todo lo ve en pasado, de tal forma, que ya estaba dispuesta para seguir el movimiento de las estrellas en la bóveda celeste.

Las 4 estrellas del interior de la
Nebulosa, forman el Trapecio de
Orión
Allí estaba la constelación de Orión, bastante elevada sobre el  horizonte sur-este y visualizada desde 41º 36’11” de latitud norte. Primero puse un ocular de gran campo, con lo cual disponía de  77 aumentos, suficiente para observar la gigantesca Nebulosa de Orión, donde actualmente están naciendo estrellas, a partir de la condensación de gases. Es, precisamente la luz de estas estrellas recién nacidas, la que refleja la nebulosa, situada a 1.500 años luz de nosotros.  Después de largo tiempo contemplando  la espectacularidad de la Nebulosa, quise adentrarme en sus entrañas, y cambié el ocular de la máquina del tiempo por otro de menor campo visual pero que proporcionaba 125 aumentos. Pegué el ojo al ocular y allí estaban las 4 estrellas formando un  trapecio escaleno. Pero de las otras dos estrellas, que sabía que estaban junto al trapecio, ni rastro.

Componentes del Trapecio de Orion.
Las estrellas E y F  de la 11 magnitud,
son esquivas 
Quise hacer mi último intento, después de pasarme más de media hora con las estrellas A, B, C y D, que como cualquier sistema múltiple, cada componente se denomina por una letra. Apagué la pequeña  luz roja que tenía encendida, y estuve 10 minutos con oscuridad total, a fin de que mi pupila se dilatara todo lo que le era posible. Puse un tercer ocular para conseguir 222 aumentos, acerqué muy despacio el ojo al mismo, como si tuviera que encontrarme algo inesperado en su interior y por fin, allí estaban las 4 estrellas, mucho más distantes la una de la otra, eso sí, pero sin poder ver sus compañeras. Hice intentos de mirar un poco y descansar, y así sucesivamente, a fin de no fatigar el ojo y en uno de estos intentos y con vista lateral intuí que se asomaba la luminosidad de la estrella E y casi al mismo tiempo, hacia su aparición la estrella F, ambas de magnitud 11, es decir, mucho más tenues que las 4 principales.  Efectivamente, los  dioses  habían bendecido mi entusiasmo y esfuerzo. Me quedé paralizado y ensimismado con la contemplación de aquel hexágono irregular, durante algo más de media hora.

Hexágono de Orión visto por el
Hubble
Sabía que tenía el tiempo justo  para llegar a la hora pactada con mi esposa.  Protegí  la máquina y cerré la catedral observacional. Efectivamente llegué a la hora prevista, fuimos a cenar y cuando la aguja pequeña del reloj marcaba un solo digito, nos fuimos a dormir. Ya en la cama mi pensamiento se fue hacia el hexágono irregular visto anteriormente y pensando que cerca de estas 6 estrellas se han encontrado varios discos protoplanetarios alrededor de estrellas en formación, los cuales, derivaran en planetas. Me dormí con el pensamiento de que alguna de mis neuronas tendrá alguna conexión más, después de ver las esquivas componentes E y F.



Tot Astronomia. 






















1 comentarios:

Mi constelación favorita, con 2 estrellas potentísimas (y lejanísimas) como betelgeuse y Rigel que sin embargo brillan casi tanto como Sirio estando ésta última muchísimo más cerca. Dicen que la próxima supernova (y la más espectacular que vamos a ver en miles de milenios) será Betelgeuse, que va a explotar en cuestión de decenas o centenas de años (en términos astronómicos poquísimo). Tal vez se vea casi tan brillante como el sol. ¿podremos ver el espectáculo? ¿Viviremos para ello? Ojalá..
Gran blog, me encanta la astronomía, aunque debería haber competido en ciencia y tecnología. En blogosfera hay demasiados blogs y demasiadas temáticas y pasa desapercibido, cuando he ido a votarle me he dado cuenta de que ya había gastado mi voto hacía 15 días, en intersexciones (un blog de temática parecida a la mía sobre relaciones entre hombres y mujeres). Bueno, que me enrollo, tienes un blog cojonudo y aquí tienes un seguidor más. Un abrazo.

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