11 abril 2012

Observación en el "día de la mona"

El cielo con los 4 planetas el día de
la observación telescópica.

El pasado lunes de Pascua me dispuse a echarle un vistazo telescópico a tres de los cuatro planetas que rondan por la bóveda celeste. Primero observe al gigante gaseoso Júpiter y sus cuatro satélites galileanos: Io, Europa, Ganimides y Calixto, antes que se escondiera al anochecer por el horizonte sur. La luna Europa tiene grandes lagos de agua líquida salada bajo la superficie helada  que cubre todo el satélite y este océano contiene más agua que todos los océanos de la Tierra juntos. La capa de hielo que cubre este gran océano es de decenas de kilómetros de espesor. Si fuera posible perforar esta gruesa capa de hielo podríamos tener una gran sorpresa  ya que su océano podría ser un lugar habitable.
Recreación del océano subterráneo
de Europa. B.S.

Más tarde y cerca ya de la media noche tenía en el punto de mira al planeta rojo, muy alto en dirección sur y junto a la estrella Regulus de la constelación de Leo. Este planeta, que tuvo agua líquida en el pasado, es un lugar idóneo para buscar vida pasada en su subsuelo.

Inmediatamente después bajé el tubo óptico y apunte mi máquina del tiempo hacia el planeta anillado que se encontraba en aquellos momentos a poca altura sobre el horizonte sureste y a poca distancia de la bonita estrella Spica de la constelación de Virgo. Al igual que hice con Júpiter y sus satélites me detuve observando dos de los satélites de Saturno, concretamente los más visibles, Titán y Rea.  Titán, la más conocida de las lunas de Saturno, tiene cientos de veces más hidrocarburos líquidos que todas las reservas conocidas de petróleo y gas natural en la Tierra. Los hidrocarburos de Titán están presentes en forma de lluvia, lagos y dunas que cubren prácticamente la luna entera. La sonda Cassini ha identificado varios cientos de lagos y mares de metano y etano en forma líquida.
El satélite Titán en comparación con
la Tierra y la Luna



Desgraciadamente no pude ver a Encelado, otra pequeña luna del señor de los anillos, ni por supuesto sus espectaculares géiseres emergiendo de su superficie. Nuevos estudios muestran ahora que estos géiseres podrían surgir de océanos líquidos, posiblemente efervescentes, escondidos bajo una corteza de unos 40 kilómetros de espesor. Es como si nevase sobre la superficie de este mundo de 500 km de diámetro. Los océanos  de Encelado son candidatos ideales para la investigación astrobiológica.


Encelado y sus géiseres. NASA/JPL
Aunque existen millones de planetas por descubrir fuera de nuestro sistema planetario y la vida es un accidente, pero no es ni única ni especial, tendríamos que empezar por indagar en los planetas y satélites más cercanos a nosotros. El planeta Marte y las lunas Europa, Titán y Encelado  serían un buen inicio, aunque tenemos que tener muy presente que la posibilidad de que haya o haya habido vida igual que la nuestra es nula.
Géiseres en la la luna de Saturno
 Encelado. NASA/JPL



Por cierto, el titulo de este post se refiere al primer lunes después del Domingo de Pascua o Resurrección, que es festivo en Cataluña/España. El lunes de Pascua los padrinos regalan un pastel de bizcocho adornado con un huevo u otras figuras de chocolate (mona) a su ahijado y la tradición indica que hay que comerla en el campo, junto a familiares o amigos.





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